Las células responsables de producir colágeno son los fibroblastos y se ubican en la dermis.                                                                                          

El rejuvenecimiento facial no ablativo consiste  en estimular  estas células a través de calor controlado por el Láser, pero respetando las capas superficiales de la piel, sin dañarlas.

Los estudios han demostrado que  el aumento de temperatura controlado en la dermis  estimula los fibroblastos  y comienza el proceso de formación de nuevo colágeno y remodelación de las fibras antíguas. Al ser un proceso celular, es necesario darle tiempo al organismo para que responda, por lo que este tratamiento se realiza en varias sesiones distanciadas en3 a4 semanas entre sí. Los resultados son una piel de aspecto más lozano y luminoso, parejo en color y con un sustento dérmico mejorado.  Es un resultado muy natural indicado en pacientes  con fotoenvejecimiento que no están dispuestos a realizar un tratamiento invasivo para mejorar el aspecto de la piel.                                                      

El procedimiento dura 30 minutos, no requiere anestesia ni tiempo de  recuperación, la epidermis queda intacta, excepto por un leve enrojecimiento que desaparece dentro de las horas siguientes.