Los tratamientos láser pueden eliminar imperfecciones causadas por una gran variedad de lesiones pigmentadas benignas.

La absorción selectiva de los pulsos de luz láser mediante la melanina que contienen las células de la piel provoca que dichas células se dispersen y degeneren mientras de disminuye significantemente el daño potencial al tejido de alrededor. Las células muertas se eliminan entonces de la piel mediante el sistema inmune o linfático.

En general, los tratamientos son suaves y leves, causando un leve malestar con efectos secundarios mínimos.

El número de sesiones de tratamiento necesarias depende de factores como la profundidad y tamaño de la lesión. Sin embargo, la mayoría de la gente con lesiones dérmicas necesitan de cinco a seis sesiones de tratamiento y empiezan a ver resultados tras una o dos sesiones.